segunda-feira, janeiro 23, 2006

QUANDO EU ESTIVE AQUI



Oscar Portela

Eu estive aqui: esta foi minha alma, minha altura, minha verdade
o vendaval, a tempestade na qual soçobraram minhas ânsias, ai!
E o tumulto, as vulcânicas lavas que arrasaram todo o vivo:
o ouro que sepultou atrás de si todo o índigo, as ardorosas mãos
e os céus caídos como os pios do ramo mais alto,
eu Calibos, eu Ariel, eu o Mago, também estive aqui,
mas fui o outro, que despertava minuto a minuto
atrás das marolas que as auroras deixam atrás de si
Eu o outro de mim mesmo, o que agora se volta sobre si,
- passo de dança que não alcança o presente,
nem o sorriso do querubim – passado que torna o
círculo vicioso que a visão perturba e tudo volta
púrpura, a paixão já esgotada, mas viva na morte,
Ah, meu menino, senhor dos ventos do espírito e o ar
que ainda usurpas o não lugar – o não a lugar – de um passado
submetido ao esquecimento e sem embargo, pura visão angélica
por trás de meus passos que voltam, como a aparição ou o sonho
de encarnados espectros – e desenha, em meus cansados lábios,
na alma da alma, o sorriso esquecido entre ciprestes
e águas mais cálidas e turbulentas que a morte.
Serei hoje um espectro? Será o advento um passado
sem retorno, prometido nos sonhos? De ti pequeno astro
que turvas a ânsia que ainda impulsionam os signos
Que me trai e ao idioma do morto.



Desenho: Vera Luz Laporta

Um comentário:

Vera Laporta disse...

CUANDO YO ESTUVE AQUÍ

Original en castellano
de Oscar Portela


Yo estuve aquí: esta fue mi alma, mi altura, mi verdad,
el vendaval, la tempestad en la que zozobraron mis ansias, ay!
y el tumulto, las volcánicas lavas que arrasaron todo lo vivo:
el oro que sepultó tras sí todo lo índigo, las ardorosas manos
y los cielos caídos como píos de la rama más alta,
yo Calibos, yo Ariel, yo el Mago, también estuve aquí,
pero fue el otro, el otro, que despertaba minuto tras minuto
tras de las marejadas que las auroras dejan tras de sí.
Yo el otro de mismo, el que ahora se vuelve sobre sí,
—paso de danza que no alcanza el presente,
ni la sonrisa del querube—, pasado que retorna o
círculo vicioso que la visión perturba y torna todo
púrpura, la pasión ya agotada, pero viva en la muerte.
Ah niño mío,señor de los vientos del espíritu y el aire
que aún usurpas el no lugar —el no a lugar—, de un pasado
sometido al olvido y sin embargo, pura visión angélica
tras mis pasos que vuelven, como la aparición o el sueño
de encarnados espéctros —y dibuja, en mis cansados labios,
en el alma del alma, la sonrisa olvidada entre cipreses
y aguas más cálidas y turbulentas que la muerte.
Seré hoy un espectro? Será el adviento que un pasado
sin torna, prometido en los sueños?. Di tú, pequeño astro
que turbas el ansia que aún impulsan los signos
que me traes y el idioma del muerto.